Semana musical (3 de 3)

Si a estas alturas de la semana ya estaba "flipando", cuando llegó el sábado por la noche y cogí el coche para plantarme con una amiga en el Vícar Project (principalmente para ver a Pastora), no me lo creía jajaja Hay veces que se pasan semanas sin nada en la "agenda musical" y otras en las que no da uno abasto (esa misma noche tocaban Baby Horror en el Lili Marlene, aunque yo sólo conozco un tema suyo "Sarita", me hubiera gustado ir a ver que tal). Pero como, de momento, el que aquí escribe no tiene el don de la ubicuidad (y paso de untarme con colchicina como bromeamos de vez en cuando), obviamente decidí ir a ver a Pastora, sobre todo porque tenía ganas de verlos fuera de un auditorio y poder saltar, cantar y bailar sin que nadie por detrás me dijese que me sentase.

El programa de la noche era: El Lunático (grupo almeriense de pop/rock/fusión), Pastora y La Pulquería (a los que no conocía y que escuché un poco su web para ver que tal). La apertura de puertas era a las 21 y la hora de comienzo a las 22.

Como había que cenar y aguantar toda la noche, decidimos llegar allí a las 21:30, así que llegamos a esa hora, aparcamos, llegamos a la puerta... vacío!!! Le pregunto al hombre de seguridad que había en la puerta "¿Se puede entrar ya?" y me responde "Claro, hombre" (muy campechano y amable) y yo "Ah, es que como no hay nadie..." "Pues alguien tiene que ser el primero, ¿no?" Total, que entramos, y ya apoyados en la valla nos damos cuenta que había otra pareja más y unn muchacho que también eran público, que no eran personal del festival. Así que allí estuvimos, haciendo tiempo, y como dice la canción de Sabina "Nos dieron las diez y las once,..." a las 23 habían llegado unas 100 o 150 personas (no me puse a contarlas como es normal) así que esperaron un poco más y cuando la Carpa Cultural de Vícar estaba como a la mitad de su capacidad comenzó a actuar El Lunático, eran ya las 23:15.

El Lunático ofreció una buena actuación, pidiendo a la gente que se animase a bailar y a hacer palmas. Se entregaron tanto al directo que cuando les dieron un toque desde la organización para que fuesen acabando, ellos siguieron tocando. Al segundo toque hicieron también caso omiso (todo esto lo veíamos claramente en primera fila jejeje un tío haciendo señas desde el lateral). Así que se tuvo que tomar la medida que creo que no es plato de buen gusto para nadie: apagarles los monitores.

Entonces, rápido cambio de instrumentos, empiezan a subir al escenario Pauet y los chicos de Elegant Distorsion (Catcomplex y Sidechains, lo siento, no sé sus nombres reales, tengo que investigar) a preparar sus equipos informáticos. Al poco aparece Caïm para afinar su guitarra. Poco a poco esta todo listo para el espectáculo. Entonces desaparecen un momento, se apagan las luces, entran todos menos Dolo. Se encienden las luces y comienza la música, con un focazo apuntando a Caïm (menos mal que llevaba gafas de sol porque si no lo hubieran dejado ciego jajaja) y cuando ya lleva unos cuantos acordes de guitarra, entra Dolo en acción, cantando desde el fondo del escenario, dejando a tod@s boquiabiertos con un vestido negro y una chaqueta rosa de las "Pink Ladies", pero sobre todo, con una varita mágica!!!! (que ya se de más de una que se la pide para su cumpleaños, y no sé dónde la vamos a encontrar jajaja).

En esta ocasión, al contrario que en los auditorios, al tratarse de un escenario algo más pequeño, Pauet, el artista creador de la parte visual del grupo, estaba relegado a un segundo plano, eso sí, un poco más elevado, pero no había manera de sacarle una foto en condiciones :S Al menos tenía la compañía de los chicos de Elegant Distorsion.

Al tratarse de la gira de remixes, todos los temas tenían mucha fuerza y te hacían saltar, cantar y bailar, no había canción con un ritmo más bajo para descansar, sólamente podíamos parar cuando entre canción y canción Dolo entablaba algo de conversación con el público o cuando contaba alguna de las historias para introducir canciones.

Los temas fueron pasando "Invasión", "1000 km", "Cuánta Vida", "Mirona"... y cuando nos quisimos dar cuenta ya se estaban despidiendo, pero claro, es esa despedida que se hace para luego hacer los bises.

En esta ocasión Dolo salió con un vestido de neopreno encima del vestido negro, y todos con gafas luminosas. Las puestas en escena de Pastora son impresionantes, igual que su música y sus letras. Tras un tema, dicho vestido de neopreno fue fuera, y lo entiendo, porque si yo con camiseta de manga corta estaba cocido, la pobre tendría que estar asada en su jugo.

El concierto prosiguió y otra vez se nos pasó volando, miramos el reloj (antes ni habíamos caído en ir mirando la hora), eran casi las 2:30 cuando Pastora se despedía del público invitandonos a ver la actuación de La Pulquería.

Un poco más tarde, Dolo, Caïm y Pauet se acercaron a un lateral y atendieron a un@s cuant@s que estábamos allí, por si daba la casualidad ;) Fueron muy amables y simpáticos, accediendo a hacerse fotos, cuando seguramente lo que querrían era irse a descansar después de haberlo dado todo en el escenario. Así que hay que agradecerles tanto su amabilidad como el haberlo dado todo ante un público que en su gran mayoría llegó tarde, y paso de comentar algunos lugareños incapaces de controlar su ingesta de alcohol y su comportamiento derivado. Lo siento por La Pulquería, pero eran las 3 y pico, llevábamos en pie desde las 21:30 y no podíamo tirar con nuestro cuerpo, así que nos perdimos su actuación.

Espero que Pastora vuelva pronto por Almería, y si no me tocará hacer turismo musical, porque desde luego en un concierto de Pastora te lo pasas genial, el problema... que siempre quieres repetir ;)